Hacia un nuevo modelo de pr�ctica asistencial en la atenci�n farmac�utica al paciente VIH+

EDITORIAL

 

Hacia un nuevo modelo de pr�ctica asistencial en la atenci�n farmac�utica al paciente VIH+

Towards a new model of health care delivery in pharmaceutical care to the HIV+ patient

DOI:10.7399/FH.2013.37.1.66

Ram�n Morillo Verdugo1*, Aitziber Illaro Uranga2 y Luis Margusino Framinan3 en representaci�n del grupo de trabajo de Atenci�n Farmac�utica al paciente VIH de la SEFH

Especialista en Farmacia Hospitalaria, Facultativo Especialista de �rea, Unidad de Gesti�n Cl�nica de Farmacia, Hospital Universitario de Valme, Sevilla. 2Especialista en Farmacia Hospitalaria, Facultativo Especialista de �rea, Servicio de Farmacia, Hospital Universitario Marqu�s de Valdecilla, Santander. 3Especialista en Farmacia Hospitalariam, Facultativo Especialista de �rea, Servicio de Farmacia, Hospital Juan Canalejo, A Coru�a.

Direcci�n para correspondencia


La evoluci�n de la infecci�n por VIH ha sido francamente espectacular. Pese al incalculable valor de la perdida de vidas humanas que esta pandemia se ha cobrado en los �ltimos 30 a�os, el lado mas positivo que ha generado esta infecci�n ha sido la incomparable movilizaci�n de recursos pol�ticos, financieros y humanos en todo el planeta. Ning�n desaf�o al desarrollo mundial ha originado un nivel tan alto de compromiso y liderazgo por parte las organizaciones gubernamentales1. Fruto de ello, la investigaci�n desarrollada durante estos 30 a�os ha sido brillante. Como muestra, podemos afirmar, sin ning�n complejo, que el VIH es el mejor conocido de todos los virus y que esta enfermedad es, desde hace unos a�os, una patolog�a considerada cr�nica. Debido en gran parte a este hecho, a las r�pidas modificaciones derivadas de los ensayos cl�nicos y a la disponibilidad de un n�mero m�s elevado de f�rmacos, el tratamiento de esta infecci�n se considera extremadamente complejo y sujeto a numerosos e incesantes cambios.

Paralelamente a este desarrollo, la definici�n y desarrollo de la Atenci�n Farmac�utica (AF) al paciente VIH+ se ha ido amoldando a los cambios existentes a nivel asistencial y farmacoterapeutico, llegando a ser a d�a de hoy un elemento clave en la actividad de la mayor�a de centros hospitalarios en nuestro pa�s2.

El nivel actual de la AF en Espa�a es aceptable, aunque dista a�n de alcanzar los niveles de calidad y, sobre todo, homogeneidad, deseables3-5. En este sentido, el actual desarrollo del proyecto ORIGEN nos dar� la instant�nea b�sica para sentar las bases de la mejora estructural, asistencial y de procesos de mejora de cara al futuro.

Pese a los esfuerzos realizados y las recompensas obtenidas durante los �ltimos a�os, debemos ser autocriticos para seguir mejorando. Indudablemente, hemos trabajado con diferentes lastres que han minado la posibilidad de maximizar nuestra aportaci�n en este tipo de pacientes. Entre ellos destacan: falta de personal y, como consecuencia, de tiempo de dedicaci�n, de automatismos y expansi�n de la incorporaci�n del desarrollo tecnol�gico necesario, escasa capacidad de liderazgo para catalizar los cambios necesarios a nuestro favor, resistencia al cambio dentro del propio staff de la farmacia, insuficiente disposici�n para generar nuestras propias evidencias y, desde la perspectiva externa, la escasa habilidad para vender el valor profesional a�adido de nuestra profesi�n hacia la provisi�n de un manejo da la farmacoterapia por parte del paciente de alta calidad.

Ni que decir tiene que estas carencias profesionales, repercuten indudablemente en la eficiencia de nuestro sistema sanitario. Si a eso le sumamos la perspectiva de los pacientes, donde podemos afirmar que todos tienen el derecho a disponer de una AF de calidad y adecuada a su nivel de enfermedad, podemos afirmar que el modelo actual, presente en la mayor�a de centros hospitalarios, ya ha tocado techo.

Estas inquietudes no son exclusivas de nuestro �mbito. Recientemente se ha publicado el documento de recomendaciones de la ASHP para la mejora del modelo de pr�ctica farmac�utica donde se recogen muchas de estas preocupaciones6. Aunque este documento no constituye unas directrices profesionales institucionales, si que esta sirviendo para desarrollar futuras implicaciones y revisi�n de las pol�ticas de actividad farmac�utica en los Servicios de Farmacia Hospitalarios americanos. En Espa�a la iniciativa 2020 marcar� la hoja de ruta para incrementar nuestra participaci�n en la optimizaci�n de la farmacoterapia individualizada.

Es indudable reconocer que en la presente d�cada los Servicios de Farmacia Hospitalaria estar�n sometidos a presiones cada vez mas intensas para lograr ser mas eficientes, pero tambi�n se nos exigir� liderar las pol�ticas de mejora de los est�ndares de calidad.

Desde esta perspectiva, los elementos esenciales para el modelo de pr�ctica farmac�utica en torno al paciente VIH+ en el futuro pasan indudablemente por tres factores: la adaptaci�n al cambio, la innovaci�n y la expansi�n de nuestras actividades.

Pero para llegar a ello, lo primero que debemos hacer es redefinir la propia filosof�a de la AF al paciente VIH+, orient�ndola hacia la identificaci�n de responsabilidades sobre poblaciones globales, especialmente las de alto riesgo de problemas relacionados con los medicamentos o morbi-mortalidad inducida por su propia enfermedad7. Ello pasa pues, por redefinir el alcance de nuestra practica asistencial, incluyendo un n�cleo de competencias b�sico e ineludibles.

En segundo lugar, los procesos de AF necesitan ser expandidos para incluir el dise�o de una practica asistencial homog�nea que facilite el proceso de selecci�n de pacientes y priorizaci�n de los servicios profesionales del farmac�utico La cl�sica definici�n de la AF en general y del modelo asistencial al paciente VIH en particular no articula los pasos a seguir para establecer esa estratificaci�n. Proporcionar AF en base a la priorizaci�n de pacientes, usando un �ndice de complejidad del tratamiento que incluya factores relacionados con la enfermedad, numero de comedicaci�n y comorbilidades es ya una obligaci�n. El proyecto PREDICTOR8 es el primer paso hacia esta direcci�n y debe ser, desde este momento y hasta que se mejore, una herramienta imprescindible para el seguimiento farmacoterapeutico de nuestros pacientes.

Por tanto, en este nuevo paradigma, se generar�a una responsabilidad no ya a titulo individual sino para cohortes enteras de pacientes dentro de un programa integral e integrado de AF mas all� del actual sistema existente de atenci�n en «primera visita-cambios de tratamiento».

El foco, por tanto, pasar�a a estar en cuatro elementos claves del sistema. Los cl�sicos y conocidos: el paciente (y su nueva percepci�n), el sistema sanitario-profesionales de la salud (y nosotros como lideres del proceso farmacoterapeutico) y dos que irrumpen cada vez con mas fuerza: las tecnolog�as de la informaci�n y comunicaci�n y, por �ltimo, el espacio profesional compartido, a trav�s de la potenciaci�n de alianzas y las sinergias estrat�gicas.

El perfil de paciente que se incorpora al tratamiento y, por tanto, a los servicios de farmacia ha cambiado, pasando a ser un patr�n de paciente mas joven y de nivel formativo mas elevado, mas acostumbrado a manejar las nuevas tecnolog�as. Este hecho nos obliga a un compromiso mutuo. Por nuestra parte, estamos obligados a establecer una permanente incorporaci�n de las nuevas herramientas de intercomunicaci�n con los mismos y, por parte de los pacientes, el de hacerles asumir su cuotas de responsabilidad y solidaridad que han de estar presentes para reforzar el v�nculo con nuestra profesi�n, modulando sus expectativas individuales y propiciando la participaci�n en la mejora de nuestra actividad, bien a titulo individual o asociados. Algunas experiencias como las del «Hospital Virtual» del Clinic de Barcelona ya hablan del posible �xito de estas iniciativas9.

Por otra parte, para los pacientes que ya nos conocen, el desaf�o que tenemos que afrontar no es el de la AF al paciente VIH+ como enfermedad cr�nica aislada, sino el de paciente en situaci�n de cronicidad, como concepto m�s amplio que excede los l�mites tradicionales de la AF establecida cl�sicamente y centrada en una �nica patolog�a10. No se trata ya de dispensar tratamientos para una enfermedad aislada, sino de dar respuestas globales y de necesidades de adaptaci�n al medio sanitario de personas cada vez mas capaces de tomar sus propias decisiones y ser mas exigentes con su farmac�utico.

Desde la perspectiva del sistema sanitario nuestro papel pasa por disminuir la incidencia y la mortalidad prematura por complicaciones derivadas de la enfermedad, mejorando el control de los factores de riesgo asociados a la farmacoterapia que las propician. Mejorar la calidad de vida de los pacientes favoreciendo un mayor nivel de autonom�a funcional y social y ofertando un modelo asistencial adaptado a este hecho (potenciaci�n del acto �nico etc). Propiciar la responsabilidad y la solidaridad social e individual para la mejora del estado de salud de los pacientes ayudando a la participaci�n e implicaci�n activa de su tratamiento mejorando as� la eficiencia de los tratamientos prescritos. Asegurar una visi�n global, desde el paciente al medicamento y no a la inversa y un abordaje integral en cada una de las fases de la historia natural de la enfermedad. Evaluar nuestras intervenciones de salud realizadas y garantizar la efectividad cl�nica y la eficiencia de las mismas y garantizar la formaci�n adecuada, orientada a la adquisici�n y mantenimiento de competencias.

Por tanto, una l�nea prioritaria a partir de este momento, es la de impulsar el desarrollo de funcionalidades en los sistemas de informaci�n cl�nica que permitan, a cada farmac�utico de hospital, monitorizar los resultados cl�nicos, el cumplimiento de objetivos asistenciales y preventivos, as� como estratificar a sus pacientes seg�n sus necesidades e impulsar funcionalidades que permitan interaccionar con los pacientes, registrar sus autocontroles, recibir mensajes de salud y acceder a todos los servicios del sistema sanitario globalmente.

Por �ltimo, urge generar un cambio de actitud. Priorizar e incorporar en todas los Servicios de Farmacia la implantaci�n del modelo de AF como el propuesto, requiere garantizar la generaci�n de alianzas intra e interhospitalarias y la creaci�n de espacios compartidos, olvidando la visi�n local y unicentrica, tanto a nivel farmac�utico como con el resto de profesionales de la salud, con vistas a establecer un permanente desarrollo de nuestra profesi�n en las cotas mas altas de calidad.

Bibliograf�a

1. Declaraci�n Pol�tica sobre el VIH/SIDA: intensificaci�n de nuestro esfuerzo para eliminar el VIH/SIDA. Disponible en: http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/65/L.77&referer=/english/&Lang=S>. [Consultado el 04-04-2012].

2. Codina C, Delgado O. Recomendaciones para desarrollar un programa de atenci�n farmac�utica al paciente VIH. Disponible en: http://www.sefh.es/sefhdescargas/archivos/Paciente_VIH.pdf. [Consultado el 04-04-2012].

3. Ibarra Barrueta O, Ortega Val�n L, en representaci�n del Grupo VIH de la SEFH. Encuesta de la situaci�n de la atenci�n farmac�utica en el paciente con VIH en Espa�a Farm Hosp. 2008;32(3):170-7.

4. Ortega Valin L. Atenci�n farmac�utica al paciente VIH: papel del grupo VIH-SEFH. Farm Hosp. 2004;28:80-4.

5. Morillo Verdugo R, Serrano L�pez de las Hazas J, en representaci�n del Grupo de Atenci�n Farmac�utica al paciente VIH de la SEFH. Una decada del grupo VIH-SEFH: evaluando el progreso, identificando obst�culos y renovando el compromiso. Farm Hosp. 2010;34(5):215-7.

6. The consensus of the pharmacy practice model summit Am J Health-Syst Pharm. 2011;68:1148-52.

7. David F Blackburn DF, Yakiwchuk E, Jorgenson D, Mansell KD. Proposing a Redefinition of Pharmaceutical Care. Ann Pharmacother. 2012;46:447-9.

8. Morillo R, Mart�n MT, Valverde MP, Illaro A, Ventura JM, Serrano J, et al. Desarrollo y validaci�n de un modelo predictivo para la identificaci�n de pacientes VIH+ con problemas relacionados con los medicamentos. Estudio PREDICTOR. Farm Hosp. 2012 Farm Hosp. 2012;36;343-50.

9. Le�n A, C�ceres C, Fern�ndez E, Chausa P, Martin M, Codina C, et al. A new multidisciplinary home care telemedicine system to monitor stable chronic human immunodeficiency virus-infected patients: a randomized study. PLoS One. 2011 Jan 21;6(1):e14515.

10. Cipolle RJ. Pharmaceutical care practice: the clinician's guide. 2nd ed. New York: McGraw-Hill Companies, 2007.

Correspondencia:
Ram�n Morillo Verdugo
E-mail: [email protected]
Recibido: 26 de septiembre de 2012.
Aceptado: 26 de noviembre de 2012.

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